La joyería simboliza elegancia, belleza y moda, refleja el gusto personal y la identidad de quien la usa. En el país hay múltiples empresas que desarrollan hermosos accesorios de manera artesanal.
En Colombia este mercado está experimentando un crecimiento considerable, se proyecta que el mercado objetivo crezca a una tasa anual compuesta (CAGR) del 4,90% durante el período 2024-2032.
“Desde hace más de 20 años vengo apoyando el proceso de transformar bellas ideas en lindos accesorios, por ello sé que cada joya cuenta una historia, donde está involucrada la creatividad, la precisión y la pasión. Detrás de cada diseño, se esconde el arduo trabajo de cientos de artesanas que, con sus manos, transforman ideas en piezas únicas y atemporales”, indica Patricia Piñeros, jefe Senior Corporativo Línea Joyería y Fragancias de Azzorti.
En el proceso de joyería artesanal nuestra diseñadora encuentra inspiración en colores, texturas y tendencias, las cuales combina para crear piezas exclusivas. Pero claro, el arte continua cuando estos diseños se trasladan al taller, donde mujeres cabezas de hogar con manos artesanas inician el proceso de darles vida.
“Una de las cosas más bellas es compartir con cientos de mujeres únicas y valientes, que se enorgullecen de su labor y que día a día trabajan por conseguir sus sueños. Ellas ponen su corazón en embellecer cada pieza, pues esas manos artesanas de Azzorti son las que llenan de magia nuestros diseños. “, agrega Patricia Piñeros, la joyería nos permite desbordar creatividad en cada diseño y amor en todo el proceso.
En la planta de joyería hay mujeres mezcla de varias generaciones, puesto que la marca lleva realizando joyería desde el año 1954, el conocimiento se pasa de especialistas a aprendices, manteniendo capacitaciones continuas para alcanzar en estas artesanas rangos técnicos.
En la fabricación de los accesorios el proceso comienza con la fundición de metal gris, un material reciclable cuyo residuo se reutiliza en otras industrias, contribuyendo a los esfuerzos sostenibles de la marca, siguiendo con la soldadura, donde el calor une diferentes materiales, continua en procesos de brillo y queda preparado para el proceso más importante, el baño oro 18 kilates y / o plata ley 925.
“Nuestras joyas son sinónimo de calidad y durabilidad. Gracias a la tecnología de alta precisión, podemos garantizar que cada accesorio cumpla con los más altos estándares destacando el compromiso de Azzorti con el medioambiente, cada gota de agua residual pasa por la planta de tratamiento aguas residuales para asegurar su regreso al ecosistema bajo condiciones reglamentarias”, asegura Patricia Piñeros.
El toque final en cada joya viene de la mano de las artesanas, quienes con esmero aplican piedras y detalles que aportan brillo y color. Cada pieza es ensamblada y empacada en cajas reciclables, asegurando la protección de las joyas y el cuidado del entorno.
Así, Azzorti reafirma su compromiso; no solo con la calidad de sus productos sino con el reconocimiento y apoyo a las manos artesanas, que con su talento producen mensualmente entre 100.000 a 120.000 unidades, gran parte de estas piezas son enviadas desde Colombia y comercializadas también en Perú, Ecuador, Bolivia y Guatemala.
Así la joyería artesanal tiene un firme compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, promoviendo practicas éticas y responsabilidad social en todas las fases de su producción, donde se valora y apoya el trabajo de las artesanas, quienes con esmero y talento añaden detalles únicos que hacen de cada pieza una creación única y especial.